Las personas que han frecuentado el Palacio Nacional en cada administración, empiezan a ver con extrañeza que la mayoría de las luces de los pasillos y de la cúpula permanecen apagadas, desde que Danilo Medina se instaló en el gobierno.
En los 14 días que lleva como jefe de Estado, las luces de los pasillos del tercer nivel de la Casa de Gobierno y casi la totalidad de las luminarias del primer y segundo nivel, no se encienden a menos que no haya una reunión.
De igual forma, en los departamentos que tienen ventanales, si el calor no perturba las labores cotidianas, se ha decidido no utilizar los acondicionadores de aire.
Sobre ese particular, el portavoz de la presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, precisó que esa iniciativa es parte de las medidas que ha tomado el nuevo mandatario, con la finalidad de ahorrar gastos innecesarios al Estado.
“Esta es una decisión de frugalidad. A mí en particular me gusta más decir frugalidad que austeridad, porque la austeridad tiene un poco de castigo”, dijo.
Dijo que el nuevo Gobierno lo que quiere es instaurar una nueva cultura fren- te al gasto público “de que nos sintamos a gusto”, utilizando lo necesario sin caer en lo ridículo.
“A nosotros nos guían tres principios. La frugalidad, la honestidad y la eficiencia.
Entonces si logramos esas tres cosas, estamos bien”, puntualizó.
La avanzada
Es notorio también que el presidente Medina utiliza una avanzada reducida.
Tanto para llegar a la Casa de Gobierno, para ir a su casa, como para desplazarse a otros lugares, el mandatario utiliza una escolta de unos tres vehículos. Otra de las acciones que ha llamado la atención es que Medina se negó a que su fotografía sea colocada en las oficinas públicas, como se acostumbra, y según una fuente él ha dicho que todos saben quien es el Presidente.
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